Cuando ya nada se espera

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Este es el tercer blog personal y anónimo que empiezo. El primero verdaderamente anónimo.

Mi idea era mirar hacia atrás, desde la perspectiva de alguien en la treintena que sentía que todos los trenes habían pasado. Alguien demasiado consciente de sus debilidades y defectos como para creer que hasta alturas pudiera encontrar su nicho de mercado.

Y en esto que aparece alguien en mi vida que trastoca todo. Alguien con quien sentir por primera vez la convicción, errónea o no, de estar ante la persona buscada. Y vivir ese sentimiento de forma compartida.

Cómo cambia el cuento.

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